Título del Artículo: El Canto de Al-Jabbada (Los Olvidados)
Número 64
Abdullah Zaqqoub
Libia
La labor de extraer agua de los campos, conocida como "Al-Jabbada", es uno de los oficios más difíciles, arduos y exigentes. Los agricultores en las regiones de Al-Jufrah y los oasis de Wadi Al-Haya y Al-Ma'na enfrentaron incontables desafíos y dificultades durante siglos, cuando era la única manera de extraer agua de los pozos superficiales para el riego de los cultivos mediante el método de inundación. Esto implicaba trabajar en los campos y huertos la mayor parte del año. A pesar de los cambios estacionales y la variabilidad de los cultivos, el "burro" era frecuentemente la única bestia capaz de soportar esta carga y sufrimiento.
A los trabajadores de este oficio se les denominaba "Al-Jabbada", al igual que el herrero, el panadero y el carnicero. Eran los encargados de extraer el agua de los pozos a cambio de una parte de la cosecha, que comenzaba desde un tercio hasta un sexto, además de una cantidad específica de dátiles. Esto excluía los gastos diarios de la misma cosecha durante la temporada de dátiles en otoño, y a veces se les otorgaba un valor financiero acordado. Todo esto dependía del tamaño de la finca, su nivel de producción de granos y dátiles, y el número de trabajadores, tanto "Al-Jabbada" como los encargados del riego.
Los "Al-Jabbada" han dejado cientos, incluso miles, de versos y cuartetos poéticos, que destilan sabiduría y reflejan una experiencia refinada. Estas palabras, nacidas de una experiencia humana profunda y auténtica, han sido preservadas en parte y olvidadas en su mayoría. Estos fragmentos y extractos, con significados y enseñanzas concisos y densos, encajan en el marco de la sabiduría, los proverbios y las lecciones que deben ser seguidos.
Estos bellos versos y cuartetos, con su ritmo y musicalidad, han perdurado a lo largo del tiempo, transmitidos por personas comunes, desconocidas y marginadas, dentro de este canto, en las noches, mañanas y tardes abrasadoras, donde los agricultores "Al-Jabbada", desfavorecidos, expresaban sus sentimientos, a menudo llenos de tristeza y dolor ante esa dura realidad, tanto material como espiritualmente...
Este espacio artístico ha registrado y documentado para nosotros los hechos y características de este grupo de personas y las imágenes de las vidas de estos marginados y oprimidos. Han sufrido la dureza y la dificultad de una vida bajo gobernantes, líderes, príncipes y sultanes cuya única preocupación era obtener impuestos y tributos de todas las formas posibles...
La sabiduría inmortalizada que estos humildes repetían en sus días a día, en su afán por construir un mundo mejor y enriquecer la vida con lo que es valioso, se resume en su frase "Amārakūn". Esta expresión, llena de significados y rica en amor por la vida, nos lleva a comprender que, a pesar de la dureza de la realidad y la naturaleza, no se dejaban llevar por la desesperación y la desilusión, conscientes en su intuición innata de que los días pueden ser buenos y malos...