Estudio del papel de los guías de la vía espiritual attiyanía en conservar la seguridad y la estabilidad en Marruecos contemporáneo
Número 60
Said Elachari, Marruecos
La vía espiritual attiyanía se considera entre las vías espirituales sufís mas conocidas en Marruecos, Argelia y algunos países de África. Fue fundada por Abi Elabbas ben Ahmed Salim attiyani. La vía espiritual attiyanía pudo ganar un gran número de afiliados en Argelia al principio y tuvo un gran poder en un periodo corto y sus mezquitas se extendieron, “lo que asustó a los beyes otomanos, que vieron en el aumento de su influencia una amenaza para su gobierno en las regiones del sur, por lo que entraron con ella en una continua lucha a través de dirigir numerosas campañas a Ain Madi que dieron como resultado la fuga de Ahmed attiyani a Fez”
De lo que no hay duda es que la vía espiritual attiyanía, como las demás vías sufís, se basa en la invocación del nombre de Dios (dikr), la oración y la lectura de oraciones supererogatorias (wird). Algunos de sus ritos empiezan después de la oración de la media tarde con la joya de la perfección que distingue esta vía espiritual, porque los discípulos de esta vía creen que el guía attiyani la recibió personalmente y directamente del profeta, por eso el alma del profeta baja del cielo durante la recitación de las oraciones y de la joya de la perfección, y a continuación le sigue la oración del comienzo (fatih). Es digno de mencionar que Ahmed attiyani puso un conjunto de nombres a su vía como almohammadía y alibrahimía además de alahmadía y attiyanía con la que se conoció.
Los afiliados a la vía attiyanía creen que tienen una situación privilegiada divina y van a estar protegidos del castigo y van a entrar al paraíso con el primer grupo en compañía del profeta. Habla el guía de la vía Ahmed attiyani sobre esta creencia y dice: “Y le pide al profeta que todos aquellos que recibieron de mí una oración supererogatoria que Dios les perdone todos sus pecados y que pague sus responsabilidades por gracia de Dios y no de sus obras de caridad y que estén protegidos del castigo de Dios desde la muerte hasta la entrada al paraíso y que entren sin juicio ni castigo en el primer grupo, y que estén conmigo en el paraíso cerca del profeta”.
La vía espiritual attiyanía persistió hasta hoy día fiel a los fundamentos y a los primeros elementos espirituales que vinieron con el guía Ahmed attiyani, y se concentró en santificarle, venerarle y glorificarle. Y conservo su método en la lectura, en la invocación del nombre de Dios (dikr) y en la oración. Los afiliados a la vía attiyanía se cuentan hoy por millones, y su existencia pasa de Marruecos y Argelia a otros países de África y a un número de países del mundo.