El valor estético y las dimensiones simbólicas del tejido
Número 63
Dr. Khaled Harabi, Profesor de Literatura Moderna en el Instituto Superior de Humanidades y Lenguas Aplicadas en Tozeur, Universidad de Gafsa, Túnez.
El tejido ejerce su acto seductor a través de sus diversas formas que intentan romper con la estructura tradicional dominante desde hace mucho tiempo. Esta aspiración es una reacción al caos cultural y sus formas, así como a la dominación de ciertas estructuras que marginaron a las artes femeninas, incluidos el tejido y la confección, sin clasificarlos como artes, y en su mayoría, las creaciones artísticas femeninas eran consideradas simplemente tareas domésticas que no alcanzaban el nivel artístico o estético que producía el hombre.
La tejedora busca arduamente encontrar una forma de expresión diferente que le permita crear su propio estilo, similar a las artes visuales. Sin embargo, la mayoría de los intentos han quedado limitados a esfuerzos individuales, que varían según las referencias de sus creadores. Además, el tejido no recibe atención a menos que sea un tejido que evoca la historia o una referencia a una identidad desconocida, especialmente porque vincular el tejido con las artes tradicionales significa negar la renovación y el desarrollo que se espera de los textiles a lo largo de la historia.
Esta perspectiva que se apodera del tejido nos lleva a considerarlo como un texto narrativo épico escrito por la tejedora con sus propios colores y símbolos especiales. El objetivo de esta lectura no es simplemente describir el universo representado en el tejido como un texto biográfico, ni revelar un significado predefinido como una cara abstracta de un mundo definido. Nuestro único objetivo es rastrear las huellas que deja el tejedor, que se reflejan en el acto de tejer como un evento narrativo, una composición, un significado y una formulación de las situaciones que constituyen la coherencia de este tejido y su legitimidad.
A la luz de estos principios generales, intentamos leer el tejido como una narrativa del cuerpo humano en sus diversas situaciones y estados: el momento de su disfrute, el momento de su pasión y el momento de su rebelión contra el acto que absorbe todas sus emociones.
El tejido es un tema de narrativa, descripción y recuerdo, que crea su propia estructura y solo se comprende en relación con lo que se genera a partir del yo tejedor de esperanza y dolor, donde los grabados y símbolos adquieren significados y connotaciones. Esto es lo que encontramos en los tejidos hechos a mano, donde el lenguaje abandona su estructura ordinaria para participar en un mundo simbólico, liberándose del control opresivo para asumir una estructura que combina lo simbólico y lo significativo, y donde los tejidos se leen según las condiciones impuestas por las tejedoras.
Desde esta perspectiva, se revelan los rastros ideológicos a través del acto de tejer y la confección, así como a través de la composición especial de los grabados y símbolos, lo que permite descubrir un discurso inconsciente oculto en los elementos constitutivos del mismo (símbolos, grabados y colores). Así pues, nuestro único anhelo es alcanzar, a través de esta perspectiva, la imagen completa a través de la cual se muestra dicha tela y las connotaciones del discurso feminista como un texto tejido en primer lugar.