Revista trimestral científica especializada
Mensaje del patrimonio popular desde Bahréin al mundo

"Fía Al-Baraih" Una lectura de la dialéctica de tiempo y lugar en la canción bahreiní moderna

Número 61

Dr. Ráshed Naym

La palabra “fía” dentro de nuestra expresión popular significa sombra y alude el tiempo cambiante, y la palabra “braih” que es el plural de “brahah”, es una amplia plaza en la que se reúne la gente, y se la concibe como lugar . Este estudio trata mediante el análisis, los modelos, la deducción y la connotación del tiempo y del lugar en la canción bahreiní moderna, y cómo ésta  se ha convertido en la memoria preservadora de lugares que ya no existen y de tiempos que han retrocedido frente a los factores de progreso y de desarrollo.

El lugar es el espacio humano que abarca un nivel de costumbres, tradiciones y fórmulas intelectuales, además del tiempo, que constituye una dimensión real en el grado de transformación del lugar funcional, como resultado del dinamismo de la visión social de una vida en perpetua mutación, pues el buen lugar es  un óptimo conductor de todos los sentimientos. Asimismo, una persona no sentirá el funcionamiento del lugar a menos que el lugar logre ofrecerle lo que ella necesita en términos de protección, facilidad de movimiento y una atmósfera espacial estética que le haga sentir el deseo de interactuar con el lugar, reviviendo el espíritu de la ciudad. y creando un estado de interdependencia entre la ciudad como lugar y la ciudad como civilización.

En cuanto al tiempo, es algo difícil de captar, ya que podemos percibirlo con nuestra mente y no podemos percibirlo con nuestros sentidos, sin embargo, podemos cerciorarnos de sus efectos, que algunos creen que son el tiempo. El tiempo está relacionado con el espacio y el movimiento, sin los cuales no seríamos capaces de percibirlo. El movimiento de la tierra alrededor de sí misma produce la noche y el día, mientras que su movimiento alrededor del sol produce las cuatro estaciones y sus efectos, y el tiempo sigue el movimiento y es su resultado, y el movimiento sólo puede ocurrir en el espacio.

El seguidor y el observador de la historia y de la trayectoria de la canción bahreiní puede percibir que desde finales del siglo XIX y principios del XX, sus textos fueron elegidos para ser cantados por artistas bahreiníes, los cuales nos llegaron a través de grabaciones de audio, ya sea en CDs o cintas ejecutadas por cantantes de renombre, como pioneros del arte del sonido como Muhammad bin Faris, Dahi bin Walid, Muhammad Zuwaid y otros artistas de esa generación, e incluso la generación que les precedió y la se considera innovadora de la canción bahreiní como Youssef Founi, Abdullah Bousheikha, Anbar, Ahmed Khaled y Ali Khaled y otros artistas  pertenecientes a la fase de renovación, y notará la ausencia de lo que pudiera reflejar las características del lugar o el tiempo en los textos cantados.

La mayoría de los textos líricos cantados fueron elegidos entre conocidos poemas árabes de célebres poetas árabes con el fin de acomodarse a la naturaleza de las melodías de la época y que priorizaban “la voz” como es el caso del artista Muhammad bin Faris, quien fue pionero en este arte al que siguieron otros. Por lo cual, la elección de los textos líricos, que refleja un nivel de gusto literario y poético, se centra principalmente en el valor artístico del poema, su idoneidad para la melodía y la asentimiento de la gente.

Quizás existan otros modelos que transmiten la dialéctica del tiempo y del lugar en sus diferentes aspectos, y en ocasiones detrás de frases  indirectas, pero en la formulación de su significado general giran en torno a este sentido, como muchas de las palabras claras y ocultas relativas al tiempo y al lugar en el texto lírico - si los hubiere - no están dentro de los objetivos del poeta de forma clara y apunten a las connotaciones específicas que busca transmitir dentro de este texto. Es notorio que en nuestra comprensión de la semántica de las palabras, su función en el ambiente externo no es más que meras referencias a cosas específicas, sin embargo, su presencia dentro del contexto del texto poético o lírico les da una dimensión semántica más profunda, ya que estas palabras pasan de ser meras referencias a ser símbolos de intensidad semántica, pasando así de su sentido semántico directo a un nivel de significación superior.

Hay quien añora un tiempo pasado que dejó de existir,  pero que dejó huellas que relacionan emocionalmente con él  dado su armonía con el lugar, porque aquella fue una época caracterizada por la sencillez y la comodidad de vivir, lo que repercute positivamente en la serenidad del alma y la paz mental. El tiempo presente es criticado por sus penurias, sus complejidades y el ritmo acelerado de los acontecimientos, especialmente con el desarrollo técnico que no cesa de traer cosas nuevas con la salida del sol cada nuevo día.

En cambio, están los que se han acomodado al presente y les gusta la vida moderna, y por eso responden diciendo que el pasado, a pesar de su sencillez y la armonía existente entre tiempo  y lugar, no llega a la altura de la buenas novedades que el presente nos brinda, representados en la mejora de la calidad de vida en cuanto a salud, educación y rapidez en la comunicación. Eso, a pesar de que el ritmo acelerado de los acontecimientos, afecte negativamente la felicidad humana, pues entre la nostalgia y la adaptación, se ubica la dialéctica del tiempo y del espacio.

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