El viaje de la música y el canto desde Babilonia a Bagdad, una introducción a la música iraquí

Anis Hammud Maidi, profesor de música y efectos sonoros

La música y el canto tenían su destacado papel en la vida de la sociedad iraquí, empezando por la civilización sumeria, babilónica y asiria (Mesopotamia). Tenían un papel activo en las fiestas y celebraciones y en la vida del pueblo en las alegrías y en las tristezas, como también en la guerra y en la paz, ya que prepararon a los cantantes y a los instrumentistas en escuelas de música especializadas.

Desde épocas muy remotas la música y el canto tenían una situación privilegiada en la civilización de Mesopotamia y eran de los factores sobre los que se apoyan los ritos religiosos y mundanos, por eso la música se vinculó al pueblo en las alegrías y en las tristezas, como también en tiempos de guerra y de paz.

En la época preislámica la música y el canto no tenían normas estables, se distinguían por sencillez y facilidad en manifestar los significados. La recitación de la poesía era el primer tipo de canto de la época preislámica, y llamaban al estilo recitativo de un poema (canto). En los albores del islam se utilizó las entonaciones con formas religiosas nuevas, las mas importante son la recitación del Corán, las llamadas a la oración, Tahlil (expresión de la formula no hay mas dios que Dios) y Talbia (las palabras que pronuncian los peregrinos durante la peregrinación a la Meca).

La mirada a la música conoció variaciones de un califa a otro debido a la sucesión del poder entre los califas ortodoxos. Los profesionales de la música y del canto en el periodo de los califas ortodoxos al principio eran de los libertos. En la época de los omeyas se descubrieron dos novedades musicales que son: el ritmo denominado Ramal y el canto de los negros de África oriental. También se creó el canto perfecto que es el canto que se canta con dos versos de poesía.

El centro de la actividad cultural paso desde Damasco a Bagdad la ciudad mas grande y mas bonita de la época abasida y se distinguió por todo el florecimiento que se pueda imaginar. La música, el arte y la literatura conocieron su época dorada.

La época abasida era una época dorada para la música y la literatura, el valor de la música y de los músicos subió y las composiciones y entonaciones se atribuían a sus creadores llevándose sus nombres y no se permitía a ningún cantante atribuirse una composición o entonación antes de que se reconozca que es suya.