Los juegos populares infantiles en el patrimonio andalusí
Número 44
Dr. Mahmud Ahmed Hadia
El espíritu del juego y diversión, no se ausentó de la civilización islámica, en su
calidad de fenómeno humano natural y espontaneo, que emana de la actividad humana
de los componentes de la sociedad, niños, jóvenes y también adultos, y que inventaron y
formaron a través de su influencia por un conjunto de elementos sociales de su sociedad
y sus entornos, como un vivo modelo y un verdadero espejo, para los aspectos de la
vida, porque inculca y consolida las costumbres y tradiciones heredadas del mando, de
la colaboración, de la decisión, de la voluntad, de la fuerza, del valor y de la rapidez.
Por eso, los juegos con sus diferentes tipos, se consideran una de las antiguas
formas expresivas que acompañó la civilización humana. El que sigue la historia de los
juegos en general, descubre hasta que punto, el hombre, pudo dominar numerosos
métodos y estilos, a través de los cuales puede abrir para sí, puertas de diversión, para
solucionar problemas y dificultades que se les presentan. El juego, constituye para el
individuo, con sus diferentes medios, un importante aspecto de los aspectos de su vida.
Al mismo tiempo, no podemos considerar cualquier diversión insolencia y pérdida de
tiempo, por los aspectos positivos y por los beneficios que tiene para la vida de los
individuos, debido a que los juegos, tienen relación con las artes y las matemáticas.
También, reflejan y arrojan luz sobre lo más importante y destacado de la
herencia cultural y patrimonial de cualquiera de las sociedades, que transportaron unos a
otros y heredaron, entre los cuales, está el modo y los estilos de vida en aquellas
sociedades. Por eso, los juegos patrimoniales, se consideran una herencia especial, que
tiene su posición destacada en la memoria de los individuos y de las sociedades.
Los juegos, se relacionan también con anécdotas y agudezas. Es lo que
encontramos en la sociedad andalusí, que empezó imitando la naturaleza, formando
modelos de ella, para enseñarnos el grado de civilización de aquella región,
representada en sus juegos y métodos de diversión de su sociedad, y que en origen, son
producto de una acumulación cultural, social, religiosa y política.