Revista trimestral científica especializada
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  El legado narrativo árabe: la imaginación y los mecanismos de su funcionamiento en “Hayy ibnYaqzan”

Número 44
   El legado narrativo árabe: la imaginación y los  mecanismos de su funcionamiento en “Hayy ibnYaqzan”

 

 

Aziz Elarbaui, escritor e investigador marroquí

La novela de “Hayy ibnYaqzan”, que escribió el escritor, medico y filosofo

andaluz ibn Tufail, se considera de los destacados textos literarios antiguos, que

influyeron en la literatura árabe, ya que se distingue por la profundidad de la idea, por

su vigor alegórico, por la eficacia creativa en la estructura narrativa de la novela y por

su estética artística en la narración. Se distingue también, por la habilidad en la

escritura, por la creatividad que caracteriza al escritor en sus numerosas producciones y

por eficacia en la alegoría. Lo que distingue la novela, es que escribe una biografía

humana, que presenta una profunda perspectiva de las cuestiones humanas, critica

alegóricamente numerosas y diferentes posiciones y comportamientos humanos. En este

marco, podemos decir que ibn Tufail, tuvo éxito en grado extremo en crear una novela

de un estilo diferente a lo que era difundido en su época.

El filosofo árabe ibn Tufail (1110-1185), escribió una carta, que es una novela

titulada “Hayy ibn Yaqzan”, en un estilo narrativo y alegórico, que pudo dejar una clara

huella en los lectores de árabe en su época y hasta hoy día. Es de un carácter místico, en

ella, incita a la filosofía de la iluminación espiritual, por medio del pensamiento. La

novela de “Hayy ibn Yaqzan”, es la que intentaremos analizar en este estudio, debido a

su distinción estilística, creativa y a su matiz literario y novelesco. Su tema, se resume

en que un niño llamado “Hayy ibn Yaqzan”, el nombre se mencionó en la novela

alegóricamente y su significado, corresponde con lo que dijo Avicena. Se crió en una de

las islas indias, debajo del ecuador, sin padre ni madre, porque esa isla era la región más

templada del planeta, y por su iluminación por la luz, el terreno fermentó largo tiempo,

hasta que sirvió para el nacimiento de la vida. Cuenta ibn Tufail que ese niño, según

otra opinión, no nació directamente del barro, sino que era hijo de la hermana del rey de

aquella isla vecina, se quedó embarazada en secreto de un matrimonio legitimo, aunque

sin consentimiento de su hermano el rey, y cuando dio a luz, lo puso en un baúl, que

cerró bien, y lo confió a las olas del mar, que lo llevaron a aquella isla vecina. Sea cual

 

sea su nacimiento, la crió una gacela, dándole su cariño, creyendo que era su hijo

perdido. El niño creció, tenía un talento singular, observó, pensó y encontró muchas

ideas relacionadas con la metafísica, después llegó a lo que llegaron los filósofos de la

iluminación, a absorberse totalmente en Dios por medio de un amor apasionado, en su

sentido sufí. Con este amor apasionado, intento dejar este mundo, mientras llegaba a la

misma isla otro sufí, que se llama “Absal”, estaba en otra isla adorando a Dios,

profesando la religión celestial de sus habitantes, y quiso aislarse en la isla donde estaba

“Hayy ibn Yaqzan”, para adorar a Dios, por medio de su vía mística, creyendo que no

había nadie en la isla. Pronto se encontró con “Hayy ibn Yaqzan”, entablaron amistad y

“Absal”, le enseño el idioma, que antes no sabía nada del, y las prescripciones de la ley

celestial, después le condujo a la isla vecina de donde había venido. Ahí, intentaron

orientar a sus habitantes a las grandes verdades, que pasan los límites de la ley canónica

islámica, sin violarla, y para explicarles que las recompensas materiales, en los libros

celestiales, no son más que alegorías, y que el amor conduce a la proximidad de Dios y

a perecerse en su amor. No tuvieron éxito en su misión, y se convencieron de que estas

verdades, a las que ellos llegaron con la naturaleza original y con el sentimiento, no

tienen camino para el corazón del vulgo, y comprendieron la sabiduría de la ley

canónica islamica en adaptarse a la mentalidad del vulgo, de acuerdo con lo que pueden

entender. Entonces, aconsejaron a este vulgo a permanecer profesando la religión de sus

padres, y volvieron a la isla de “Hayy ibn Yaqzan”, para adorar a Dios, según su

método, hasta irse de este mundo del mal y de la miseria.

La estructura de la narración en la novela de ibn Tufail, entra dentro de la

perspectiva de la singularidad en la utilización del concepto, la creación en la estructura

artística y la habilidad en el tratamiento. En esta novela, ibn Tufail, expuso la biografía

del conocimiento humano, a través de la biografía de “Hayy ibn Yaqzan”, y como pudo

con su creatividad, su capacidad literaria y su disposición natural, subir con los

conocimientos, de una etapa basada en los sentidos y experiencia, a una etapa de

conocimientos mentales, basada en resultados y datos, de lo que conoció y experimentó

en el mundo de la corrupción, hasta llegar a la sabiduría oriental. Esta estructura basada

en presentar los conocimientos básicos para el receptor, y hacerle partícipe de ellos,

defendiéndoles con sus propios medios. A través de ella, pudo ibn Tufail, presentarnos

una novela de un estilo diferente, que colaboró en el desarrollo de la literatura árabe

antigua, y nos hizo orgullosos de que esta literatura nos pertenezca y nosotros a ella.

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